La
navidad es una época en que los paganos ven el mundo vestido con
nuestros propios colores. Desde los árboles de hoja perenne, pasando
por el acebo hasta la luz de las velas, muchos símbolos de la
temporada ampliamente reconocidos tienen sus raíces en la tradición
y la religión paganas. Una tradición pagana que conserva una gran
popularidad desde la época de los druidas es el uso del muérdago
durante el solsticio de invierno. Con su follaje verde o dorado y sus
bayas de color blanco cremoso, el muérdago tiene un aspecto
impresionante en esta época del año al crecer en medio de ramas
estériles.
Los
celtas tenían el muérdago en alta estima por su capacidad para
crecer en lo alto de las ramas de los árboles sin raíces propias.
Cosechada de un modo ceremonioso poco después del solsticio de
invierno, esta planta se asociaba con la deidad solar Taranis, y sus
bayas blancas fueron la encarnación simbólica del semen y la
virilidad del Dios. Se creía que el muérdago tenía unas
propiedades mágicas muy potentes, y que podía emplearse para la
protección, la fertilidad y la curación, entre otras cosas.
Los
romanos también usaban el muérdago en el solsticio de invierno.
Durante la Saturnalia, un festival que se celebra en honor del dios
de las semillas y la siembra, el muérdago servía como símbolo
divino de la virilidad que se creía que prestaba su poder sagrado
para los ritos y los rituales de fertilidad.
En
las antiguas tradiciones, encontramos tal vez las raíces de la
conocida costumbre moderna de besarse bajo el muérdago. La primera
mención documentada de esta práctica data de la Inglaterra del
siglo XVI, donde el muérdago se relacionaba en gran medida con el
amor y el romance. Se creía que besarse bajo el muérdago atraía el
amor y la fertilidad, y los sueños con un futuro amante podrían
hacerse realidad gracias a la colocación de una ramita de la planta
bajo la almohada.
El
muérdago es muy mágico, y los atributos lo convierten en un
perfecto símbolo de este solsticio. Si deseas ornamentar tus
celebraciones navideñas este año con un toque de tradición
antigua, prueba este hechizo mágico con muérdago, que combina la
larga tradición con la versatilidad contemporánea.
Hechizo
mágico con muérdago para la manifestación
La
asociación del muérdago con el crecimiento, el sol, el amor y la
fertilidad lo hacen adecuado para la magia de manifestación
(hechizos que pretenden producir y sostener una nueva creación), ya
sea un nuevo amor, un nuevo proyecto de arte o una nueva cosecha de
verduras.
Empieza
por elegir algo nuevo que te gustaría que llegara a tu vida. Para
inspirarte, pregúntate qué considerarías el mayor de los regalos.
Sostén el muérdago sobre tu cabeza y piensa en lo que te gustaría
que se manifestara como si fuera una semilla colocada en la tierra
bajo tus pies. Visualiza cómo el poder mágico del muérdago cae
como la lluvia directamente sobre tu cuerpo y sobre la “semilla de
pensamiento” energética sobre la que estás de pie. Siente la
intensa fertilidad de la tierra a tu alrededor y piensa en la
fortalecedora luz del sol del solsticio de invierno que incuba las
semillas que ahora siembras. Sella el encanto con un beso, ya sea
besando a una persona que esté dispuesta o arrancando una sola baya
de la planta y dándole un beso rápido antes de lanzarla a los
vientos. Sólo ten en cuenta que el muérdago es muy venenoso, por lo
que si vas a besar la planta en si, ¡recuerda hacerlo sin lengua! A
medida que los días posteriores al solsticio se alarguen y la tierra
comience a calentarse bajo su superficie, los efectos de tu hechizo
comenzarán a manifestarse poco a poco.
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Melanie Marquis